Castellano
Entre 1961 y 1965 Luis Felipe Noé integró el grupo de la Nueva figuración junto con los artistas Ernesto Deira, Jorge de la Vega y Rómulo Macció, nacidos todos entre 1928 y 1933.
Divulgada por el crítico francés Michel Ragon, la denominación amplia e imprecisa resultó adecuada para designar una tendencia que reunía poéticas diversas que, compartieron la restauración de la figura “no como representación, sino como presencia surgida del quehacer pictórico”(Marchan Fizz, 1997).
La tendencia se desarrolló en Estados unidos y en Europa a través de numerosas muestras, como The New Image of The Man, MoMA, Nueva York, 1959; Une nouvelle figuration, Galerie Mathias Fels, París, 1961; y las consagratorias Mithologies quotidiennes, en el Musée d´Art Moderne de la Ville de París, 1964 y Figuration narrative en la Galerie Creuze, París, 1965.
La nueva figuración argentina nació en la muestra Otra figuración, realizada en la Galería Peuser de Buenos Aires en 1961. A partir de allí y hasta su disolución en 1965, el grupo compartió exposiciones, diálogo, reflexión, viajes, ganando espacio y prestigio en la Argentina y en el exterior.
Los cuatro artistas articularon en sus obras un amplio y variado repertorio plástico: la pintura gestual y chorreada, el dibujo, el collage de papeles y de objetos, las figuras recortadas, los marcos vacíos, los bastidores recortados.
Libertad, vitalidad, desmesura, desequilibrio, pérdida de centro, incertidumbre, caos, son palabras que nos aproximan a sus obras, que hoy pueden leerse en el contexto de una época de cambio de paradigmas. Los artistas neofigurativos transitaron el fin de la modernidad y el nacimiento del arte contemporáneo.
Noé teorizó sus búsquedas personales y también la poética compartida con el grupo en su libro Antiestética, publicado en 1965.
Otra Figuración, Galería Peuser, Buenos Aires.
Artistas: Ernesto Deira, Rómulo Macció, Sameer Makarius, Carolina Muchnik, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega.
Tapa Catálogo Otra Figuración
No constituimos un movimiento, ni un grupo, ni una escuela, simplemente somos un conjunto de pintores que en nuestra libertad expresiva sentimos la necesidad de incorporar la libertad de la figura. Porque creemos en esa libertad no queremos limitarla dogmáticamente, esclavizándonos a nosotros mismos, por eso evitamos un prólogo. Sin embargo existe una razón de ser, una voluntad artística que nos ha impulsado a hacer una exposición. Esta voluntad artística es individual. Por esto nos remitimos a la confesión privada. De la raíz de esta voluntad que hable por sí sola la exposición.
Esto, Galería Lirolay, Buenos Aires.
"Habían llegado al país justamente la víspera de los últimos acontecimientos armados. Algunos de los pintores que iniciaron lo que se ha dado en llamar la “otra figuración”, instigados por De la Vega, se dieron cuenta de que no era posible exponer las carpetas de dibujos que traían de París. [...] Deira, De la Vega, Noé y Macció se pusieron de nuevo a trabajar. Los acontecimientos que estaban ocurriendo fueron su inspiración. Y se olvidaron de lo que traían de Europa. El resultado de todo eso se ha expuesto en Lirolay, Esmeralda 868. (...) El mismo rollo de papel los uniforma. Sobre dos varillas paralelas han clavado sus obras. Excelentes dibujos hechos a tinta. La línea suelta, la impronta del manchón, dan a todos un acento expresionista y agresivo; los comentarios al pie son irónicos y satíricos. Todos trabajan juntos; no obstante ello, nadie negará que cada uno tiene su estilo definido y una clara personalidad. Esto. Así titularon la faena, y Esto ha de quedar como una toma de posesión de la realidad, que no ha sido tampoco ajena a otros pintores que también han hecho referencia a ella."
HERNÁNDEZ ROSSELOT, Esto, Galeria Lirolay, La Razón, Buenos Aires, 10 de octubre de 1962.
Deira, Macció, Noé, de la Vega, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires.
Declaración grupal
Cuando en 1961 se programó la muestra Otra Figuración nos preocupamos por reunir a los pintores que estuvieran vinculados con esa búsqueda de una nueva imagen del hombre en la que nos encontrábamos trabajando desde dos años antes. Sólo pudimos exhibir entonces a los que allí figuraron –además de nosotros cuatro, Carolina Muchnik y Sameer Makarius–.
La exposición posibilitó una mayor comunicación entre nosotros y, pese a las diferencias individuales, sentimos la necesidad de reiterarnos en exhibiciones de conjunto, más que por el horizonte común que nos une, por el hecho de no contar incluso hasta el año pasado con interlocutores identificados con nuestras búsquedas en el ambiente plástico del país.
Hoy, a dos años de aquella muestra, vemos con satisfacción el intento de muchos por seguir el mismo camino, en la medida en que creemos que este contribuirá a la formación de una imagen que será nuestra. Pero conviene reiterar que lo que se ha dado en llamar “nueva figuración” a falta de otro nombre no debe confundirse con las modas. Lo que hemos buscado, lo que buscamos, implica el riesgo del ejercicio de la libertad creadora. El que se someta a formas por las que hemos transcurrido corre el albur de no entender el camino y convertirse en mero repetidor (aun cuando las perfeccione) de apariencias que como tales carecen de sentido.
Lo fundamental de nuestras coincidencias es la convicción de que la única forma de aventurarse en el arte es la de aventurarse en el hombre. Una pintura con “seguro de vida” nunca logrará ese fin propuesto. Si creemos en nuestra posición, creemos, mucho más aún, en el espíritu con que estamos en ella, espíritu que se da también en otros caminos.
Deira, Macció, Noé, de la Vega. Pinturas, Galería Bonino, Buenos Aires.
Para investigadores.
Más información dirigirse a info@luisfelipenoe.com