Castellano
Texto vinculado a la exposición Noé. Visiones / Revisiones, 2012
El 21 de junio de 2012, primer día de invierno, a las cuatro de la mañana, falleció mi muy querida Nora a sus 81 años –la misma edad a la que murió mi madre–, después de un proceso de declinación neurológica que se vio agravado aceleradamente a comienzos de este año. Fue una coincidencia extraña que ese mismo día, en la Universidad Nacional Tres de Febrero, más precisamente en la localidad suburbana de Caseros, se realizara a las 13 (horario no habitual para inaugurar una exposición, pero lógico para un instituto de enseñanza), el vernissage de la muestra panorámica de mi obra titulada Visiones/re-visiones. Esto me permitió asistir acompañado de mi hijo Gaspar, que había llegado desde París el día anterior y había presenciado el último suspiro de su madre. Mi hija Paula y mis nietas llegaron al día siguiente.