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Texto vinculado a la exposición Deira, Macció, Noé, de la Vega, 1961 - Nueva Figuración, 1991, 1991
Desde 1985, con la participación de lo que había sido llamado el grupo Nuevo Figuración en el pabellón histórico de la Bienal de San Pablo y la muestra que previamente realizó en el Museo Nacional de Bellas Artes y, sobre todo, a partir de 1988, año de la reedición de la Antiestética y la aparición del libro de Mercedes Casanegra sobre mi obra, comencé a convivir con mi propio pasado. Así fue que en 1991 acepté hacerme cargo de la organización de la exposición 1961 Nueva Figuración 1991 en el Centro Cultural Recoleta, en 1993 realicé en el CAYC (dirigido por Jorge Glusberg) una muestra titulada Lectura conceptual de una trayectoria y en 1995 hice también una muestra retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes, que al año siguiente –reducida la cantidad de obras a la mitad– se trasladó al Palacio Nacional de Bellas Artes de la ciudad de México. En el año 2000, con el nombre de Mirada hacia los noventa, realicé una exposición en el Fondo Nacional de las Artes. A ello debe añadirse la forma en que encaré el desafío de Cuerpos pintados al que ya me referí, la adaptación a historieta de Recontrapoder de la que hablé oportunamente y la recolección de mis textos del período 1966-2006 en el libro Noescritos sobre eso que se llama arte (Adriana Hidalgo, 2007). A esta lista naturalmente hay que agregar el presente libro, mi retrospectiva de dibujos en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (2007) y la realizada en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro en el 2010. Pero estos tres últimos hechos corresponden al presente siglo, por lo que hablaré de ellos en el último capítulo.[...]
En 1991, al cumplirse treinta an?os de la creacio?n del grupo, el Centro Cultural Recoleta me encargo? la realización de una exposicio?n panora?mica de la obra de los cuatro. Yo mismo escogi? el nombre de la muestra, Deira, Maccio?, Noe?, de la Vega, 1961. Nueva Figuracio?n 1991. A pesar de que no nos identifica?bamos con esa denominacio?n, debi?a reconocer un hecho real: era el nombre con el que nos conoci?an. [...]
En octubre de ese mismo an?o Mari Carmen Rami?rez me invito? a la ciudad de Austin a dar una conferencia sobre “la llamada Nueva Figuracio?n argentina” en la Universidad de Texas en el contexto de una exposicio?n titulada Abstraccio?n-figuracio?n. Esta estaba compuesta por obras de la coleccio?n Archer M. Huntington Art Gallery, la que actualmente constituye el nu?cleo central del Blanton Museum of Art de esa universidad. Debido a estos antecedentes no dude? de que la muestra del Centro Cultural Recoleta debi?a llamarse Nueva Figuracio?n. El cata?logo llevo? un pro?logo de Miguel Briante, que sen?alaba que la Otra Figuracio?n habi?a nacido de la premonicio?n de lo que iba a pasar; de alli? su violencia. Fundamentaba esta afirmacio?n mentando un clima de e?poca. [...]
El diario Pa?gina/12 en su suplemento cultural Primer Plano publico? bajo el ti?tulo de “La Neofiguracio?n cuenta su historia” un texto mi?o (“Cuatro a la aventura”) y otro de Ro?mulo (“La pe?rdida y el reencuentro de la ilusio?n”) junto con ciertas consideraciones de los ausentes Deira y De la Vega. En el capi?tulo anterior he hecho un extracto de esas opiniones.