Castellano

Noé. La obra

Reseña

Texto vinculado a la exposición Noé + Experiencias colectivas, 1965

[...] Así, en el campo de la pintura, Luis Felipe Noé parte del desorden de la realidad, que es su estado natural, para introducir en ella la creación, que es la posibilidad del arte. [...] Noé toma conciencia de la visión desordenada que este mundo multifacético nos ofrece, y elabora un arte que lejos de desconocer la verdad de nuestro tiempo, parte de ella para estructurar valores. Ha comprendido que el desorden lo producen los sistemas de ordenamientos que niegan el acceso a lo nuevo, que rechazan la creación, que se cierran en escuelas que no admiten las modificaciones del futuro. [...] Este caos es el orden potencial, la posibilidad de orden que permite a nuestra libertad elaborar obras valiosas en medio de esta época convulsionada, en medio de este presente contradictorio.
Noé nos presenta entonces una obra de “visiones quebradas”, de “atmósferas rotas”, que refleja básicamente el caótico panorama del mundo de hoy, que nuestro ojo ya está acostumbrado a ver, que nuestra inteligencia ya está acostumbrada a superar.
[...] Nosotros somos los destinatarios y los beneficiarios del esfuerzo de hombres como Noé, que toman sobre sus frágiles hombros la pesada responsabilidad del caos de nuestro siglo. El arte nos llega en forma de mensaje maravilloso, trayéndonos por los ojos un alimento que nos satisface el alma entera: la libertad de belleza de nuestra libertad.



Carlos María Carón. "Noé. La obra", en Imagen, Buenos Aires, s/d., 1965