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Ni abstractos ni neofigurativos: pintura a secas

Reseña

Texto vinculado a la exposición Deira, Macció, Noé, de la Vega, 1963

En las artes plásticas, la Argentina está a la zaga de Europa. Allá prefieren la autenticidad, aunque sea equivocada... La Argentina, antes que nada, tiene que inventarse a sí misma. Y para eso tenemos que correr todos los riesgos: errores, bodrios si fuera necesario... La pintura argentina no existe: hagámosla.” Estas polémicas declaraciones de Luis Felipe Noé precedieron en pocos días a la exposición del grupo Macció-De la Vega-Deira-Noé, en el Museo de Bellas Artes (15 de junio al 7 de julio), unidos, entre otros rasgos comunes, por su ruidoso rechazo de todo encasillamiento en tendencias o escuelas: “No somos ni abstractos ni neofigurativos; somos simplemente pintores”. Ernesto Deira, en plena transición de sus nueve años de figurativismo a una mayor libertad de la imagen, muestra aún vestigios de adhesión a cierto orden, especialmente en la composición de la pareja Adán y Eva, que aparece en varios de sus cuadros. La obra de Rómulo Macció –antes figurativo, luego abstracto, ahora agresivamente figurativo– es notable por su paradoja: emplea violentos ritmos y una atmósfera general de gran vitalidad para expresar un tema que parece obsesionarlo: la muerte. Frente a esta contradicción de Macció, Jorge de la Vega se repite en su búsqueda de formas deliberadas, dentro de su utilización del collage de trapos; representa, sin duda, el aspecto más débil de la muestra. El más preocupado por los problemas del color es Luis Felipe Noé. Señalado antes como el primer figurativo informalista, ahora hace pintura directamente figurativa, apelando a toda suerte de materiales –maderas, estampas, papeles– para lograr un lenguaje directo, que se acerca peligrosamente a la anécdota en telas como Los tiempos cambian o El incendio del Jockey Club. Su desconcertante Introducción a la esperanza está dividida prácticamente en dos cuadros. [...]



Marta Gavensky. "Ni abstractos ni neofigurativos: pintura a secas", en Panorama, nº 2, 1963