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Texto vinculado a la exposición Luis Felipe Noé. Pinturas 60-95, 1996
Definido por la crítica de arte, Raquel Tibol, como un pintor de una personalidad “hamletiana”, quien a lo largo de su carrera se ha preguntado si es o no es artista, si sirve de algo o no sirve de nada la pintura, Luis Felipe Noé, de origen argentino, presentará una exposición en el Palacio de Bellas Artes, integrada por 60 obras que abarcan el período de 1960 a 1995. Respecto de la definición que ofreció de él Raquel Tibol, manifestó, con el humorismo que lo caracteriza, que “yo sí sé lo que soy. Lo que no sé es qué soy con respecto a lo otro, porque lo otro sí sé que no sé qué es lo qué es”. Ante la risa de los asistentes a la conferencia de prensa, el artista argentino agregó que la pintura es como la fotografía, como un fotógrafo frente a un objeto. “Hay algunos pintores que se colocan frente a lo otro como si fuesen fotógrafos a quienes les interesa reproducir casi verazmente la realidad. Pero la realidad es absolutamente caótica, al menos para mí, y atraparla implica ordenarla, pero al ordenarla, la quitamos de contexto, el artista se traiciona a sí mismo”. Considerado por José Luis Cuevas como el máximo representante de la pintura neofigurativa en América Latina, Luis Felipe Noé señaló que exponer en nuestro país constituye el honor más alto para un artista, porque México es el rostro de Latinoamérica. Añadió que no se animaría a decir que se trata de una muestra retrospectiva porque tendría que haber al menos el 10% del total de su obra y aquí está representada acaso el 5%. Sin embargo, apuntó que la exposición ofrece una espléndida panorámica de su carrera. [...] Por su parte, Raquel Tibol expresó que esta gran retrospectiva de Luis Felipe Noé permitirá al espectador seguir paso a paso su trayectoria y acercarse a la personalidad “hamletiana” de este artista. [...] “El de Luis Felipe Noé es un espíritu hipercomplejo, que ha sabido combinar al artista y al historiador del arte en permanente meditación sobre el género”. Añadió que con denuedo se ha enfrentado a la agresión imperialista que padecen las culturas latinoamericanas, cuya obra ha sabido provocar diversas reacciones, de aceptación o rechazo, por parte del público. “Es creador de una paleta singular, de un grafismo propio y de una gran intensidad visual. Luis Felipe Noé es un alma compleja que agarra bastidores, pinceles y telas para hacer pinturas convencionales o instalaciones agresivas”. En su oportunidad, Tomás Parra señaló que la importancia del pintor argentino radica en el manejo de las imágenes, donde no existe la homogeneización, sino que logra juegos de luces y reflejos. “Sus ensayos causan estupor lo mismo que su pintura, que es el reflejo de su pensamiento. Sus imágenes, difíciles de asimilar por el convencionalismo, constituyen una propuesta diferente”.