Castellano

Con libertad

Reseña

Texto vinculado a la exposición Luis Felipe Noé. Percepciones amazónicas y algunos otros, 1981

Cuando las actitudes no son conservadoras, cuando el riesgo es permanente (y todo lo que aparece en la imagen tiene que ver con el vértigo, con el fluir de formas inesperadas que surgen y se mezclan a través de las más insólitas relaciones), llego a la conclusión que pintar no es parir ni sufrir sino sentir esa enorme alegría que significa crear una obra. Pienso en la pintura de Luis Felipe Noé. Al ver esta muestra en la galería Alberto Elía, sentí que las posibilidades del artista, cuando está vivo, son ilimitadas porque enfrenta las superficies de trabajo con la libertad más absoluta, sin preconceptos para plantear nuevas opciones. Es así como se plantea el verdadero arte de crear. El resultado, acaso, sea lo menos importante. Lo que realmente se recupera de un artista son las nuevas actitudes, las actitudes sanas, relacionadas con un modo muy especial de poner la pintura, con un contenido vibrante que transforma a la obra en un hecho vivo. Las extrañas estructuras de color, el trazo que sacude la superficie, la materia nueva puesta de manera insólita, imprevista, nos hablan del verdadero acto creativo que en el caso de Noé inventa sus soluciones sobre la marcha. De este modo surgen sus cuadros, que en algún momento fueron apoyatura de su teoría de la Antiestética; es decir, una pintura que rompía con todos los cánones de belleza tradicional para plantear nuevos modos en relación. El método sigue siendo inusual. Los cuadros son muy buenos.



Gabriel Messil. "Con libertad", en Clarín, Buenos Aires, 1981