Castellano
Texto vinculado a la exposición NOÉ 3D, 2013
En junio de 2012, cuando una circunstancia de la vida (y de la muerte) hizo que nuestro núcleo familiar básico pasara de 4 a 3, Yuyo nos convocó como hijos y como artistas para proponernos una muestra de a tres. En aquel momento él necesitaba marcar un hito. Hito y rito. Rito de pasaje y de comunión. Rito indispensable y también fecundo, ya que ahora nos permite brindarles algo probablemente insólito o, por lo menos, diferente de lo habitual. –¿Por qué este rito? Porque la geometría de nuestras existencias, o NOExistencias, cambió y supongo que también nos cambiará. El anterior equilibrio del cuadrado cedió y dio lugar a otro equilibrio: el del triángulo, forma de poderosa carga simbólica. Si bien hablar de equilibrio en nuestro caso (los 3 bajo distintas manifestaciones) de noés caóticos, estrambóticos, utópicos, exóticos (¿y por qué no epilépticos?) sería como discurrir sobre el equilibrio de una licuadora. Licuadora que todo lo combina, mezcla y transforma de manera inesperada, incluso con violencia centrífuga, y que sin embargo sabe mantenerse en su base. Así que henos aquí, a tres. 3D, “D” de desquiciados o de desafío, pero en ningún caso D de dimensión, ya que sólo presentamos una dimensión y no tres: la del amor que nos une. Y, porque el arte nos es vital:
N o
Olvidamos
Existir